Marzo se escribe con 'M' de mujer

by - 3/12/2019



El pasado viernes, 8 de marzo, Pamplona cambió su característico rojo por el morado para celebrar el Día Internacional de la Mujer. Al igual que en muchas otras ciudades españolas, la jornada estuvo marcada por numerosas manifestaciones, concentraciones y actos de homenaje, así como por una huelga que buscaba visibilizar el papel de la mujer en el mundo laboral y luchar por las desigualdades que a día de hoy sigue sufriendo. 

En la capital navarra el 8 de marzo amaneció temprano. La medianoche del jueves al viernes acogió una manifestación nocturna que secundaron, a la luz de las antorchas, decenas de feministas, que recorrieron las calles del Casco Viejo de Pamplona antes de parar frente al Arzobispado. Allí, en la plaza Sta. María de la Real, las reivindicaciones prendieron la llama de una hoguera en la que se quemaron noticias sobre declaraciones de la Iglesia, contrarias a los valores y derechos defendidos por el movimiento feminista. Entre las llamas ardió la fotografía del Papa Francisco, que ilustraba una información cuyo titular rezaba "El papa Francisco deja al descubierto su lado retrógado: dice que 'todo feminismo acaba siendo un machismo con falda'"






La mañana llegó con diferentes piquetes informativos que entraron en comercios de la ciudad, en los que sus trabajadoras no habían secundado la huelga, para animar a las mujeres a que se unieran al movimiento.




A la altura del Monumento a los Caídos, la Policía Nacional identificó a uno de estos grupos después de que un agente asegurara a las presentes que "varios comercios se han quejado de vuestra presencia". En ese momento las manifestantes se disponían a levantar una pancarta entre dos árboles que, al final, no se les permitió anudar. 




Uno de los actos más multitudinarios, tuvo lugar a mediodía en la Plaza del Castillo, lugar en el que se reunieron cientos de personas, muchas de las cuales portaban carteles con mensajes como "Somos el grito de las que ya no tienen voz" o "No nací mujer para morir por serlo". Al finalizar este encuentro, algunos de los participantes protagonizaron una sentada que colapsó la plaza de Merindades, quedando cerrada al tráfico durante unos minutos.






Ya por la tarde, la primera parada de este 8M estuvo en la Audiencia de Navarra. Allí, un grupo de manifestantes rodeo el edificio, formando una cadena humana, y lanzó pelotas de ping-pong que rezaban frases como "La justicia no está ciega, está cara". 




El 8M volvió a la Plaza del Castillo al atardecer, después de una multitudinaria manifestación que salió desde los cines Golem Baiona. La celebración del Día Internacional de la Mujer dejó para el recuerdo la imagen del kiosko de plaza difuminado entre una humareda morada en homenaje a todas las mujeres de la ciudad. 



















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